Algo más sobre Lilia...
Muchas cosas se han dicho ya de Lilia Beltrán: Que nació en la Villa de San Ambrosio de Linares: que es instrumentadora quirúrgica (arsenalera) que laboró, por muchos años, en el Hospital "Ramón Barros Luco-Trudeau" que es cristiana, artesana, escritora, poeta y cantora campesina, etc.
Pero ¿cómo se define Lilia, sobre todo ahora que se encuentra libre de las actividades hospitalarias?
En primer lugar se declara amante del folclor; incansable recopiladora de todo lo que trasmite el campo chileno: el sentir de su gente, su forma de expresarse; sus trinares y cantares que llenan su alma y su corazón con recuerdos, olores y sabores de nuestro querido Chile.
Lo importante, dice, es tratar de trasmitir lo más fielmente posible nuestro folclor; que llegue al corazón de los que, por variadas razones, habitan los pueblos y ciudades en medio de la modernidad, los que están alejados de sus raíces y que, por lo tanto, desconocen la belleza de nuestros campos y la sabiduría de su gente.
Pero, por sobre todas las cosas, su deseo es llegar a la juventud que es la esperanza para un mundo mejor, en este ir y venir por la Senda del Folclor fue que se encontró con la décima, la cual logró cautivarla y hechizarla, al ver en ella una hermosa forma de llevar al papel sus experiencias.
En la décima ha podido también expresar su inquietud referente a los problemas ecológicos y sociales que nos afectan. La décima en su estructura, su métrica y su rima, y con el embrujo que puede colocar la poesía a través de la metáfora logra un acercamiento muy positivo y por lo tanto provechoso hacia los seres humanos.
En este ya largo peregrinar por la Senda de la Parra, sus compañeros inseparables son su guitarra y su telar. Pronto saldrá a la circulación, Dios mediante, su segundo libro de poesía popular titulado "LA DECIMA EN EL SABER" (Brindis, coplas y otras yerbas).
Ojalá Lilia logre sus objetivos. Ojalá sus lectores lleguen, también, a sentirse cautivados por la décima y emprendan el hermoso camino de dicha disciplina.